Todos hemos pasado por eso: un niño precioso (tal vez uno o dos hermanos mayores), todos amados por nuestros amigos y familiares que a menudo vienen a visitarnos.
Lamentablemente, nos entra el pánico de que nuestros visitantes piensen que somos unos padres horribles porque la casa está llena de juguetes abandonados, migas de galletas, ollas sin lavar y derrames.
Si ese eres tú, ¡detente ahora! Es terrible para su salud mental y su estrés no le hará ningún bien a usted, a su niño pequeño ni al resto de su familia.
Respire hondo y pruebe algunas de las ideas siguientes. Podrían ayudar a aliviar la ansiedad.
Dormir
Los bebés y los niños pequeños son expertos en privar a sus padres del sueño. Las investigaciones han descubierto que la falta de sueño hace que los padres parezcan más tristes y utilicen menos expresión cuando hablan con sus pequeños.
Los zombis son padres terribles y no tienen remedio para limpiar. Si no puedes conseguir que tu pequeño dormir toda la noche, acepte todas las ofertas de cuidado de niños u oportunidades de dormir más que pueda tener.
Aprovecha, con ambas manos, cualquier oportunidad que tengas para dormir: duerme cuando tu pequeño duerma y eso te dará energía para jugar y ordenar un poco de vez en cuando.
Haga que su niño pequeño le ayude
A tu pequeño le encanta estar contigo, hagas lo que hagas. Él o ella quiere copiar tus acciones, compartir tus emociones y comprender tus rutinas, todo lo contrario de lo que querrá hacer cuando sea adolescente. Actúe rápidamente ahora para que adquieran buenos hábitos y hagan las tareas del hogar junto a usted.
Cómprales un pequeño cepillo para barrer, búscales un plumero, haz que laven y sequen los platos contigo, incluso que vacíen la lavadora contigo. Es posible que este enfoque les lleve más tiempo realizar las tareas del hogar, pero al menos las harán juntos.
Usar equipo
No lo arrestarán por ser un padre negligente si pone a su niño pequeño en un corralito con juguetes, siéntalos en una silla alta con bocadillos o ponles una película descargada mientras limpias.
Siempre que su niño pequeño pueda verlo y usted pueda verlo y oírlo, está bien. Necesitan algo de tiempo independiente mientras tú haces un poco de las tareas del hogar. Siéntalos en la cocina mientras cargas la ropa, colócalos en la sala de estar mientras quitas el polvo o déjalos en el parque mientras pones la aspiradora.
Pequeñas victorias
Los pequeños hábitos pueden marcar una gran diferencia. Antes de acostarte por la noche, limpia las encimeras de la cocina y no dediques más de 5 minutos a hacerlo.
De esa manera, te despertarás con superficies limpias por la mañana. Hazlo 12 veces y habrás formado un hábito.
Mientras espera que hierva el hervidor, limpie la placa o enjuague los artículos en el fregadero.
Haga sus cargas de ropa más pequeñas y use ciclos de lavado rápidos con más frecuencia y tardarán menos en vaciarlas y secarlas.
¡Y tendrás más tiempo con el bebé!
Baja las expectativas
Acepte que los bebés y los niños son desordenados. ¡No puedes tener una casa impecable con niños pequeños alrededor!
Los gérmenes son excelentes para el sistema inmunológico de los niños. Los estudios han demostrado que los gérmenes y la suciedad "buenos" del hogar son buenos para los niños y pueden reducir sus posibilidades de sufrir algunas infecciones o alergias en el futuro.
Los hábitos saludables, como lavarse las manos y la cara con regularidad, mantenerse limpio y comer bien, garantizarán que su hijo crezca sano, feliz y seguro.
Los niños crecen demasiado rápido.
¿Te arrepentirás de no haber podido mantener tu casa impecable? ¿O desearías haber pasado más tiempo con tus hijos?
Conclusión
Sólo los padres "súper" o aquellos que tienen personal de limpieza tienen sus hogares perfectamente limpios y ordenados. Tener hijos pequeños no se trata de un espacio vital inmaculado, sino de pasar un tiempo precioso juntos.
Se trata de brindarle a su niño toda la atención positiva posible, mientras lo cuidan, se divierten juntos, exploran el mundo, aprenden, ríen y se aman unos a otros. A nadie le importa si no has aspirado, limpiado las manchas de las puertas de los armarios o lavado la ropa. ¡Realmente no lo hacen!
Preocuparse por tener la casa limpia provoca ansiedad innecesaria y es malo para la salud mental. Una de las mejores herramientas del maestro cuando trabaja con los niños más pequeños es la declaración “¡Tidy Up Time!” ¡Realmente funciona!
Haga que ordenar sea divertido: ponga el cronómetro, reproduzca su música enérgica favorita mientras ordenan la habitación juntos. Entonces, ¡dale un abrazo enorme y dile a tus hijos lo maravillosos que son!