Tener miedo a la oscuridad es una queja común entre los niños pequeños y los niños pequeños. Su nombre oficial es 'nictofobia' y para algunos niños, el miedo a la oscuridad puede provocar síntomas inconsolables.
Como padres, sabemos que no hay monstruos acechando debajo de nuestras camas o en los rincones de nuestras habitaciones esperando para asustarnos, pero los niños a menudo procesan esto de manera muy diferente a como lo hacemos nosotros.
Es difícil identificar qué ha asustado a su hijo; podría haber sido un programa de televisión o un libro aterrador, un mal sueño o un evento emocional. Pero sea lo que sea, siempre hay algo que puedes hacer para ayudar.
¿De dónde viene el miedo?
Alrededor de las edades de dos a cuatro años de edad, la imaginación de su hijo se vuelve loca. Cuando se van a la cama, procesan activamente todas sus experiencias diarias, algunas de las cuales pueden resultar aterradoras o emocionantes.
Los niños no se distraen por la noche, por lo que a menudo recurren a su imaginación para hacerles compañía. Esto significa que a medida que comienzan a procesar las experiencias del día, aquellas que están un poco inseguras pueden rápidamente volverse aterradoras al mismo tiempo.
Cómo superar el problema
Si le preocupa el miedo de su hijo a la oscuridad y cree que está teniendo un impacto en su vida cotidiana, es posible que desee abordar los problemas de frente.
Escuche a su hijo
El primer paso y el más importante que puede dar es escuchar a su hijo.
Si bien su miedo puede parecerle completamente irracional, trate de no ser demasiado desdeñoso. Decir cosas como “no seas tonto” o “no hay nada ahí, vuelve a dormir” puede hacer más daño que bien, ya que puede hacer que tu hijo se sienta sin importancia y como si no lo entendieras.
Lo mejor que puedes hacer es escucharlos, hacerles preguntas para entender por qué tienen miedo y así poder ayudarlos.
Hágales saber que la oscuridad puede dar miedo, pero que usted está ahí para ayudarlos y que está bien tener un poco de miedo.
Si tiene hijos mayores que pueden burlarse de su hijo menor por tener miedo, asegúrese de que comprendan cómo se siente su hermano y que su miedo es muy real.
Cuando todos apoyan y comunican sobre los miedos de su hijo menor, hay más posibilidades de que superen sus miedos rápidamente.
Tranquiliza a tu hijo
Si a su hijo le resulta difícil estar solo en la oscuridad, asegúrele que está bien y que su miedo está justificado, pero que no debería ser una preocupación a la hora de dormir.
Dele a su hijo la confianza que necesita brindándole apoyo. Si le das a tu pequeño las herramientas que necesita para afrontar sus miedos, pronto tendrá más confianza y podrá afrontarlos mucho mejor.
Hagas lo que hagas, no permitas que tu hijo duerma con una Luz de noche subirse o meterse en su cama, ya que esto implica que la oscuridad da miedo y que su habitación no es un lugar seguro para estar.
Sea amable, firme y comprensivo con ellos, diciéndoles que su dormitorio es un espacio seguro y, si les reconforta, infórmeles que volverá pronto para controlarlos.
Antes de que te des cuenta, habrán regresado a la tierra de Nod.
Ser paciente
Es natural sentirse harto cuando su hijo le teme a la oscuridad, especialmente si no se calma y eso le impide realizar sus actividades nocturnas habituales, pero es importante no dirigir su enojo o irritación hacia su hijo.
Si su hijo se siente rechazado, esto sólo intensificará sus miedos y empeorará las cosas para él.
Leer una historia o ver un vídeo.
Un buen punto de partida para intentar que su hijo supere el miedo a la oscuridad es leerle un cuento o ver un vídeo sobre el miedo a la oscuridad.
Dado que es un problema común en muchos niños, existe una gran cantidad de materiales disponibles para ayudarlo a racionalizar el miedo de su hijo y ayudarlo a superarlo.
Enseñar habilidades de afrontamiento
Muchos niños superan sus miedos poniéndolos en práctica, y esto también puedes aplicarlo al miedo a la oscuridad.
Durante el día, hable con su hijo sobre su miedo a la oscuridad y hable sobre cómo puede contrarrestarlo.
Por ejemplo, ayúdelo a pensar en situaciones que lo hagan feliz y tenga el control y cada vez que tenga miedo, dígale que piense en su lugar feliz, ya que esto puede ayudarlo a calmarse y superar sus miedos.
Practica la resolución de problemas
Las habilidades para resolver problemas son una excelente manera de ayudar a su pequeño a enfrentar sus miedos.
Pregúnteles qué podría ayudarlos a sentir menos miedo a la oscuridad; por ejemplo, un peluche puede ayudar a su hijo a sentirse empoderado y en control.
Felicítelos siempre por cualquier idea que tengan.
Recuérdele a su hijo que tiene una imaginación fantástica y creativa que le ayuda a jugar todos los juegos divertidos con sus amigos, pero dígale que a veces su imaginación puede ser tan buena que le juega una mala pasada por la noche.